La mala calidad del aire reduce la productividad de los profesionales

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El COVID-19 ha sido el detonante de la preocupación social que existe hoy sobre la calidad del aire que respiramos en los interiores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aire de los espacios que habitamos gran parte de nuestro tiempo -como nuestros puestos de trabajo y oficinas- está contaminado con compuestos tóxicos que nos están enfermando y afectado a nuestra salud; lo que la OMS denomina como el ‘Síndrome del Edificio Enfermo’

Si en tu espacio de trabajo hay humedades, corrientes, falta de ventilación o cambios radicales de temperatura y además, te sientes cansado, con fatiga, te cuesta concentrarte o te pican los ojos o la piel, tu empresa está enferma. La mala calidad del aire pasa factura a nuestra salud, además de afectar a nuestro rendimiento y funciones cognitivas, tal y como refleja un estudio elaborado por el Environmental Health Perspectives. 

Ante un escenario en el que los profesionales valoran cada vez más aquellas compañías que cuidan de su Salud, las empresas han tenido que afrontar dicha problemática con el fin de atraer y retener el talento. Muchas entidades han integrado en su estrategia el concepto de ‘bienestar corporativo’ con el que se establecen acciones a favor del bienestar, la salud y la felicidad de sus trabajadores, como la implementación del teletrabajo, o la transformación a oficinas ‘ecofriendlies’ en las que se instalan mobiliario reutilizable o reciclado, entre otras medidas. 

Sin embargo, este problema, el de la mala calidad del aire, requiere de otro tipo de soluciones que aún el sector empresarial no ha adoptado y que son las que realmente harán que su empresa sea realmente saludable. 

¿Cómo mejorar la calidad del aire de la oficina?

En ONHAUS, como expertos en materiales de construcción de ‘Espacios Healthy, os explicamos en este artículo los soluciones principales que permiten generar y mantener un aire limpio, un clima sano y una temperatura óptima en el entorno laboral, con un consumo reducido de energía: 

  1. VENTILACIÓN MECÁNICA CON RECUPERACIÓN DE CALOR: sistema de entrada y extracción automática del aire que permite ventilar el espacio, sin tener que abrir las ventanas. Una ventilación adecuada es primordial tanto para evitar humedades en el interior como para limpiar el aire. Estas soluciones de ventilación automatizada crean un ambiente interior confortable de una forma energéticamente eficiente. 
  1. AEROTERMIA: sistemas de climatización de interiores que permite tener calefacción y refrigeración a través de la energía extraída del aire de la calle. Permiten así generar y mantener un clima y aire de calidad, y a su vez, reducir el impacto en el medio ambiente y reducir notablemente el consumo de energía.
  1. CONTROL SOLAR: estas soluciones -accesibles, cómodas, sostenibles y con un diseño excelente- permiten regular automáticamente la temperatura de los interiores minimizando el impacto de la energía solar y los costes de refrigeración.

Las empresas ya han comenzado a recorrer este camino, si bien es cierto que aún les queda dar el paso más importante a favor de la salud de las personas que trabajan en sus oficinas. Un cambio, que tarde o temprano, será exigida con más fuerza por los propios profesionales llegando a ser una condición obligatoria en el mercado laboral: ser una empresa realmente saludable en la que trabajar. 

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